Pancho Ávila
Es verdad, un montón de gente está dejando sus orígenes atrás… si, se van. Las migraciones son de toda la vida: aves, insectos, dinosaurios y por supuesto los humanos: judíos, gitanos, moros, afganos, ghaneses, árabes, chinos, colombianos, cubanos, ucranianos y ahora…tan tantán: ¡venezolanos! –
Esa anciana loca y cotorrera que es la historia cuenta que, según la Organización para Los Refugiados, ¿ya andaba esa gente por allá?… ¡el primer migrante fue el pobre Adán! SI, a quien corrieron, a palo limpio del Paraíso, junto con Evita, la culebra y la manzana. ¿Qué iba a hacer el hombre…? Pues se vino y aterrizó aquí, con toda su familia, todas sus deudas y todas sus dudas. –
¿venezolanos? … un migrante famoso: don Andrés bello tan letrado el tipo que uno sigue llamándolo de “Don”. Bueno, Andresito viendo que la cosa aquí era una montonera y el idioma una “mamadera de gallo”, pegó la carrera hacia el sur y la paró solo cuando llego a Santiago, ¡la capital de ese país flaco y laaargo como un suspiro de adolescente, donde se convirtió en el capo de las letras americanas! ¡Pa’ que vean! Otro migrante más mundano y de armas tomar: ¡Francisco de Miranda, tuvo que salir pitando, por ser el hijo de la panadera…no! No era portugués, pero Pancho llegó lejos, se pateó todo el planeta sable en mano y en Moscú se detuvo, le gustó la catira que allí mandaba y tuvo el guáramo de levantarse a Cata la Grande ¿y el Zar? …ni se enteró., Allá está su nombre en el Arco del Triunfo, en la mismísima ciudad luz, claro no fue por lo de la zarina rusa ¡Y señores…un tachirense ¡no podía faltar un gocho en estas vicisitudes… Rafael Nogales Méndez. Rafucho, para las panas, se fue a Europa y se empató con los turcos que correteaban en ese momento, a los árabes, (no había hezbola todavía) donde llego a ser todo un héroe el flaco Rafael. – ¿y las chicas qué? Teresita Carreño, la musa pianista del teatro, se marchó a New York porque aquí no había vida ni música, conquistó la gran manzana y se tragó el mundo. La otra Tere, la de La Parra, autora de” Efigenia”, brincó el charco… a Paris para poder escribir y que la leyeran, ¡caramba! porque aquí nadie leía, ni siquiera el menú en los restoranes. Pero, es más, la hermosa y nunca bien ponderada Manuelita Sanz… (ya sé que no era venezolana) dama arriesgada nacida en el ombligo de América, se vino desde Perú, detrás de la espada de Simón (que ya recorría América, ¡saben!), mandando al carajo casa y marido, una migrante no venezolana por nacimiento, pero apasionada y decidida, ¿o no? …pasan en caravana también Carlitos Cruz-diez y Soto llevando luces y colores, Alirio Díaz y su guitarra, Villanueva cargado de planos, Dudamel con su batuta rumbo a Los Ángeles, Páez, llanerito de Curpa que se fue a morir a new york, y otros tantos que no logro distinguir. –
¿Quiénes se van?
Según ACNUR, hasta oct, 2023; no sé cómo los contaron ni le tengo mucha fe al método si lo hubo, 7.239.953 vecinos de aquí, de este domicilio se sacudieron las alpargatas y se fueron detrás de un sueño unos y tras un botín, otros. ¡O sea, un cuarto del total! ¡Más de siete millones ya no van a estar para el abrazo del 31! ¡Dios, es el doble de la población del Uruguay! Sentado en la acera los he visto pasar… Obreros, malandros, peluqueras, doctores, buhoneros, periodistas, zapateros, baña perros, cantantes, dolientes, tarados, pensantes, fugados, ingenieros, prepagos, poetas, militares, locos, modistas, mecánicos, prohombres, gusanos, licenciados, maestras, pillos, pillastres, pilluelos, actrices, veinteañeras, sexagenarias, políticos, fiscales, cocineros… ¡todos se fueron demasiado! –
¿Y a dónde van?
¡Vea pues, a Colombia, Colombia! ¡Vea hermano!… dos millones y medio. EL Perú de los Incas y los presis presos: un millón y medio. Ecuador, USA, España y Chile, cada uno con medio millón. Son los principales destinos turísticos preferidos por nuestros queridos ex vecinos de este domicilio, pero seguro vas a encontrar algún que otro oriental de Cumaná o a un maracucho de Cabimas. Paseando muy campante por cualquier calle de Londres, Dublín, Varsovia, París, Camberra, Sídney, Tokio, Ciudad de Méjico etc. –
“Creo que nuestro deber es quedarnos aquí, para sufrir con todo el corazón la parte que nos corresponde en el dolor de la patria, para desaparecer con ella, si ella perece; para tener la satisfacción de decir más tarde; si ella se salva y prospera: yo tengo derecho a ese bienestar porque lo compre con hambre y mi dolor…”
Rómulo Gallegos en “Reynaldo Solar” 1924
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