por David Gómez / El Orden Mundial
Estados Unidos ha prometido represalias por la muerte de tres de sus soldados hace algunos días. Mientras tanto, los ataques se recrudecen en otros puntos de la región.
¿Qué tiene que saber?
- Tres soldados estadounidenses murieron el pasado sábado en un ataque con drones a una base en Jordania. Washington ha acusado a las milicias chiíes apoyadas por Irán. Los indicios apuntan al grupo iraquí Kataeb Hezbolá, al que Estados Unidos atacó la semana pasada.
- Se espera una respuesta militar de Estados Unidos. Es la primera vez que mueren soldados suyos en Oriente Próximo desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamás en octubre. Los republicanos radicales están presionando al presidente, Joe Biden, para que ataque a Irán.
- La tensión sigue aumentando en Oriente Próximo. El ataque en Jordania se suma a los enfrentamientos entre Israel y Hezbolá en el sur de Líbano, a las últimas operaciones del Ejército israelí en el sur de la Franja de Gaza y a las nuevas ofensivas de los hutíes en el mar Rojo.
- Entretanto, dieciséis países han suspendido su financiación a la UNRWA. Esta agencia de la ONU asiste a los refugiados palestinos y depende de las contribuciones estatales. La decisión se ha producido después de que Israel acusara a doce de sus trabajadores de participar en el ataque terrorista de Hamás.
Kataeb Hezbolá es uno de los grupos que conforman el Eje de la Resistencia. Esta coalición abarca un conjunto de organizaciones paramilitares apoyadas por Irán en Oriente Próximo. Puedes conocerlas en este mapa:
¿Por qué es importante?
- El riesgo de una guerra en Oriente Próximo es cada vez mayor. La muerte de soldados estadounidenses obliga a Washington a implicarse más en la zona. La presencia de Estados Unidos ya había aumentado las últimas semanas con sus ataques a los hutíes en Yemen.
- Biden está en un callejón sin salida. Necesita una respuesta contundente sin provocar un conflicto regional. El ataque en Jordania se produjo justo cuando Estados Unidos estaba presionando para un alto al fuego de dos meses en la Franja.
- Irán también está en una posición delicada. La acción de sus aliados busca castigar a Estados Unidos por apoyar a Israel y presionar para que cese la ofensiva en Gaza. Pero, al mismo tiempo, Teherán no quiere que estos ataques le arrastren a una guerra con Washington y Tel Aviv.
¿Qué cabe esperar?
- La escalada en Oriente Próximo seguirá a corto plazo. Estados Unidos responderá al asesinato de sus soldados en Jordania, lo que incrementará los ataques con las milicias proiraníes en Siria e Irak. Los hutíes aprovecharán para intensificar sus operaciones en el mar Rojo.
- Israel es el gran beneficiado de esta inestabilidad. Su primer ministro, Benjamín Netanyahu, quiere expandir la guerra en Gaza a otros frentes. Es bastante probable que el Ejército israelí emprenda una ofensiva en el sur de Líbano contra Hezbolá.
- Ni Estados Unidos ni Irán desean una guerra regional. Pero sus estrategias de disuasión no han funcionado hasta ahora. Si Israel se lanza a por Hezbolá y los ataques contra soldados estadounidenses continúan, ambos tendrán que involucrarse. Con ello, la opción de que la escalada acabe en una guerra regional ya no es descartable.
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